viernes, 15 de agosto de 2008

De la cultura de las listas



Quizá no haga falta escribir sobre la ya habitual costumbre de los llamados medios de comunicación por cifrar la "cultura" en forma de lista. Para eso es mejor, tal vez, que lean otros comentarios mucho más acertados del siguiente blog:


http://blogs.ya.com/lomejordeloslibros/


("Cómo cambiar tu vida con El País Semanal")


Sin embargo en esta semana en que nos embarga el ocio en grado sumo, no hemos tenido más remedio que de vez en cuando comentar sobre listas del tipo: http://www.elpais.com/articulo/portada/Cien/escritores/espanol/eligen/libros/cambiaron/vida/elpepusoceps/20080810elpepspor_1/Tes


El resultado fue tal vez peor del que incluso en nuestras perspectivas más pesimisitas llegamos a tener. Y aún cuando quisimos escribir algo inteligente sobre el "caso", no hubo caso en ello (Marlowe detesta estos pedestres juegos de palabras, pero de vez en cuando no me parecen malos).


Mejor hicimos en comentar como la denominada cultura se cifra en esas listas subjetivas que reducen todo a un concurso de popularidad (esa es mi afirmación, a Marlowe no le gusta afirmar como si estuviese diciendo un verdad que no entiende del todo). Una de las pocas respuestas realmente sensatas fue la de Zambra, recordando a Perec, tan aficionado como era a elaborar listas, a expresar sus gustos, mostrando como la "cultura" había reducido la "estética" a una lista de preferencias. Y es que a mí (porque Marlowe me abandonó cuando estaba en el momento en que pensaba desarrollar mis "ideas" más "lúcidas") me parece que al faltar cualquier ideal o filosofía que cohesione a los grupos sociales se pierden los cánones y se adquiere la libertad. Es por ello que el "gusto", el "juicio subjetivo" y demás se convierten en las únicas guías para aquello que algunos llaman estéticas (hoy estoy en la vena para escribir de un modo presuntuoso y ampuloso, al contrario del otro día; y tal vez Marlowe no quiere explayarse en disertaciones inútiles, tal vez está un poco sentido por lo que escribí el otro día, pero con Marlowe nunca se sabe). Lo recomendable es que el gusto, y por ende las listas y demás, fuesen una cuestión que sólo concerniera a uno, y que no fuese impuesto a otros sino simplemente como un comentario que puede dar nuevas perspectivas a otro juicio subjetivo. O eso creo yo, hoy que vivimos huérfanos y vivimos la alegría de la orfandad. Después de un rato me cansé de garabatear papeles como estos y salí en busca de Marlowe. Lo encontré a pocas cuadras completamente beodo. Sin ser estar muy consciente del todo me dio toda la razón y repitió y repitió sin parar hasta volverse verdaderamente indeseable: "Hay que releer a Perec."


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