sábado, 24 de noviembre de 2007

Wittgentstein Contrataca I


  • No podemos inferir los acontecimientos futuros de los presentes. La fe en el nexo causal es la supertición.
  • Los límites de mi lenguaje significan los límites de mi mundo.
  • Los hechos pertenecen todos sólo al problema, no a la solución.
  • En el arte es difícil decir algo que sea tan bueno como no decir nada.
  • Querer pensar es una cosa y otra tener talento para pensar.
  • Lo que el lector también puede, dejáselo a él.
  • Nada es tan difícil como no engañarse.
  • La cultura es un reglamento. O presupone un reglamento.





Era de esperarse...

Seguir escribiendo sobre Colombia. A veces parece una pesadilla sin fin. Mas esta es otra Colombia (no la cultural, que tiene sus cualidades y defectos como todo). Es la que perpetúa víctimas y victimarios.
Era de esperarse que la mediación de Hugo Chávez no llegara a nada. Que Uribe buscara un pretexto cualquiera para acabar con esa posibilidad, porque como demostró, le desvela más la "imagen" de las FARC en el exterior que el destino de los secuestrados. Que las FARC dilataran los espacios de negociación y siguieran jugando con todos. En definitiva tal vez no hayan perdedores, o mejor, los perdedores son los mismos de siempre, los secuestrados y víctimas de la violencia. El resto sigue igual, el mismo horror, el horror que los "líderes" colombianos no parecen interesados en detener.

Colombianos Perdidos en Guadalajara

Curioso como nuestra época hace de las Ferias eventos en los que se supone se resume (y rezume) una actividad, tópico o disciplina. Cuando en sentido estricto una feria no deja de ser lo que es: un mercado.

Pero no piensen que estamos en contra de las Ferias, nos encantan, nos da campo para escribir despropósitos como éste. En esta oportunidad el favor nos lo hace la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que se realiza desde el 24 del presente mes (hoy) hasta el 4 de diciembre de 2007.

El invitado de honor (¿?) es Colombia, o no Colombia sino algunos colombianos. Entre aquellos compatriotas se encuentran escritores, músicos, cocineros, etc. El motivo de la invitación supone que estos exponentes demuestren el estado de aquello que encierra vagamente la palabra cultura.
Por lo demás en la Feria se hará un homenaje al escritor Álvaro Mutis.
Asimismo se han invitado a una larga lista de otros escritores colombianos como García Márquez, Jorge Franco, William Ospina, Santiago Gamboa, entre otros. Junto a ellos habrán además (y escribirlo es hasta redundante) más escritores: Carlos Fuentes, Sergio Pitol, Fernando del Paso, Elena Poniatowska, Arturo Perez-Reverte, Juan Marsé, Jostein Gaarder, Antonio Muñoz Molina, Juan Villoro, Rubem Fonseca, y muchos más que mejor ya dejamos de nombrar.
Más curioso que lo anterior nos parece la decisión de no invitar a Fernando Vallejo (residente en México), cuando nos parece que merece un homenaje en el mismo sentido en que Mutis lo merece (o para ponerlo en claro: que nos resulta indistinto darle el Nobel a García Márquez o a Vargas Llosa, son tan intercambiables como un homenaje a Mutis y otro a Vallejo). O el homenaje que merecería el fallecido Germán Espinosa. Y así...

Los medios de comunicación han centrado su atención en Colombia (o en lo que llaman cultura más bien), así que desde los medios colombianos, pasando por los mexicanos, se hacen reseñas (usualmente incompletas y las más de las veces superficiales) acerca de la literatura de Colombia, etc.

Incluso el suplemente cultural (otra vez este vago "concepto") de El País, Babelia, le dedica una edición especial a Colombia. Y como es lo habitual, tiene de todo. Pero para una revisión más detenida pueden ir a este enlace:

http://www.elpais.com/suple/babelia/

Nos llama particularmente la atención el texto de Monsiváis sobre Mutis y la "conversación" (más bien la entrevista a 4 voces) que sostiene Wilson Manrique Sabogal con Piedad Bonnett, William Ospina y Dario Jaramillo Agudelo. Del resto, reiteramos: hay de todo. El suplemento contiene también el infaltable homenaje a García Márquez, que como hace mucho tiempo, no suele añadir nuevas luces sobre su obra, ni sobre el autor.

Quizá como corolario debamos decir que la literatura colombiana no empieza ni se acaba con García Márquez, y que por lo menos esperamos que algunos lectores descubran a José Asunción Silva, José Eustasio Rivera, León de Greiff, Álvaro Cepeda Samudio, Germán Espinosa, R.H. Moreno-Durán, Álvaro Mutis, Tomás González, Dario Jaramillo Agudelo, Raúl Gómez Jattin, Antonio Caballero, Fernando Vallejo, Héctor Abad Faciolince, Enrique Serrano, Juan Gabriel Vásquez y Antonio Ungar.

lunes, 12 de noviembre de 2007

Una Aclaración (para algunos) Vital

Era demasiado tarde para retroceder; el mundo sólo existe gracias a que siempre resulta demasiado tarde para retroceder.

-Ferdydurke
Witold Gombrowicz

sábado, 10 de noviembre de 2007

Comodidades Modernas que no sustituyen las inevitables herencias

Antes la selva susurrante constituía el dormitorio de la humanidad; ¿dónde, sin embargo, había lugar para los susurros, la oscuridad, la negrura del bosque, en este cuarto claro, entre las toallas?
-Ferdydurke
Witold Gombrowicz

Adicciones (Musicales)

No sé por qué no puedo dejar de oír el nuevo disco de PJ Harvey. Entre sus cualidades se encuentra el riesgo y una cierta expirementación dentro de la música popular (o pop como le suelen decir). Aunque es algo histérico, y a ratos hasta melodramático. Marlowe no lo soporta y se le pasa perdido en esas calles bogotanas que son tan susceptibles a ocultar gente pérdida.

Por lo demás esta adicción se suma a otras adicciones del presente año (por no anotar las de otros tiempos): como escuchar a Radiohead, Interpol, White Stripes, The Pixies, Sonic Youth, Velvet Underground, Los Tres (de Chile, para evitar confusiones con tanto trío musical y de otros ámbitos, muy interesantes desde luego), Tom Waits, Roy Orbison, Rolling Stones y Regina Spektor.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Primera Enciclopedia de Variedades de Lectores (1)

Por su carácter era más bien taciturno que hablador. Mostraba incluso una noble tendencia a la ilustración, o sea a la lectura de libros, el contenido de los cuales no le importaba. Le era exactamente igual que se tratase de las aventuras de un héroe enamorado, de un sencillo abecedario o de un libro de oraciones: todo lo leía con la misma atención. Si le hubieran ofrecido una obra de Química, con la Química habría apechugado.
Le agradaba no lo que leía, sino el mismo hecho de leer, o mejor dicho, el propio proceso de lectura, cómo las letras se juntaban siempre para componer palabras que, a veces, el diablo sabía lo que significaban.
A la lectura se entregaba ordinariamente en posición yacente en la antesala, sobre la cama y el colchón, que, por este motivo había quedado tan aplastado y fino como una torta.
-Las Almas Muertas
Nikolai Gógol