sábado, 19 de enero de 2008

A paper tiger


Dice esa dudosa base de datos (Wikipedia) que la expresión Paper Tiger es proveniente de la China, dice que desde hace mucho se usa, pero también dice que se hizo famosa después de que Mao se expresara así:

In appearance it is very powerful but in reality it is nothing to be afraid of; it is a paper tiger. Outwardly a tiger, it is made of paper, unable to withstand the wind and the rain. I believe the United States is nothing but a paper tiger.

Reza la traducción que algún angloparlate (suponemos) hizo del discurso de Mao de 1956.
Pero de esto no se trata esta intento de reseña (o reflexión) cinematográfica. Se trata del documental de Luis Ospina, que se estrenó en Colombia el año pasado (no confundir con el filme británico de 1975), Un tigre de papel. Este documental intenta descifrar (y describir) la vida de Pedro Manrique Figueroa, un personaje que no existió. Pero para aclararlo empecemos por orden, como alguna vez me dijo una bella dama de cuyo nombre no quiero acordarme:

Pedro Manrique Figueroa

Pedro Manrique Figueroa, según Un tigre de papel, nació en Choachí en 1934. Su excesiva biografía es un prontuario que reúne las más diversas actividades y eventos, para la muestra una pequeña lista:
  • Pionero del collage en Colombia
  • Presenció el asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán.
  • Recorrió los países de la Europa Socialista (breve interregno en Rumania en que tendrá una hija con una experta en Drácula)
  • Viaja a China, como no entiende su nombre decide llamarse con el nombre del pueblo de donde es oriundo (Choachí), palabra que fonéticamente en chino es similar a una expresión que se refiere a la desaparición de China.
  • Colabora con desigual suerte con varios cineastas. Diversas circunstancias lo convierten en el hazmerreír del medio.
  • Es expulsado del partido comunista porque sus collages parecen ser una broma velada sobre dicho movimiento. En su exilio interactúa brevemente con hippies y mormones.
  • Hace un papel de figurante en la deleznable cinta Holocausto caníbal
  • Pionero del goulash en Colombia.
  • Intenta sabotear el sistema monetario de los E.E.U.U. impriendo sobre los auténticos dolares un sello que dice: FAKE
  • Desaparece en 1981 después de haber intentado celosamente borrar sus huellas. Desde entonces nada se sabe, aunque algunos rumores identifican una de las momias del Museo Nacional de Bogotá como los restos de Pedro.
Esta, a grandes rasgos es su biografía, y a grandes rasgos es la película.

Documentales

Los documentales suelen intentar captar el flujo real de la existencia. O como ya dijo Andrei Tarkovski: esculpen con el tiempo (y en el caso del documental un tiempo que se supone no es alterado significativamente por el hecho de que es filmado). Tiempo después surgió lo que llaman mockumental, falso documentales que quizá tenían como fin captar que nunca es posible diferenciar entre el flujo real de la existencia y el ficticio. Sin embargo, Un tigre de papel, no es un mockumental. Como ya señaló Javier Moreno este filme es más bien un documental, no de sucesos directamente reales, sino de lo que fue una época. Ospina, tal vez, quería captar el pasado, y para eso inevitablemente tenía que inventarlo.

Realismo Socialista

Entre los muchos cánones y escuelas estéticas que la historia del arte ha visto desfilar, el realismo socialista es la que tenía uno de los proyectos más obtusos. Encorsetar el arte para que éste muestre lo bien que le va al proletariado en el régimen socialista es deplorable, y usualmente era sumamente antiestético (a nuestro modo de ver). Por lo demás ni el arte entusiasmaba a todos los que vivían en estos regímenes, ni esos regímenes mejoraban la situación de su proletariado. Un tigre de papel es, en parte, una crónica de las nefastas consecuencias que tiene sobre la estética la política; especialmente cuando se considera que una debe "dominar" a la otra. Como documental que se centra un período esta demuestra la estolidez del realismo socialista, pero de forma más general puede demostrar la estolidez de quienes intentan hacer del arte un vehículo de propaganda.

Lo que quedó de la revolución

Un tigre de papel es principalmente una película sobre las consecuencias (o eso nos parece). Las consecuencias de las acciones de una generación que se creyó capaz de transformaciones fundamentales en el curso de esa pesadilla (como muy bien escribió Joyce) llamada Historia. Las consecuencias de las vidas perdidas de la ya tan mentada generación del 68, o de todas aquellas personas que de una ideología u otra pensaban que el mundo se podía cambiar, y que al final no recibieron sino los destrozos y nuestra desesperanza (que es más o menos la situación del mundo actual). Tal vez lo que capta la película es esa desazón suprema, como el título del documental del mismo Ospina sobre Fernando Vallejo, o tal vez algún demiurgo juguetón intercambió los títulos de este par de documentales. Tal vez, finalmente, este documental es contar una vez más el relato del héroe que por andar a contracorriente pierde su vida, pero gana nuestro afecto. Y quizá eso último es lo único valga la pena de los restos de aquellas revoluciones.

Godard a la zaga

Viendo la película inevitablemente la comparamos (o lo hice yo, a Marlowe no le gusta el cine de Godard) con el estilo de Godard. Por momentos me llevaron a la memoria pasaje de Masculin/Fémenin y de La Chinoise. Si bien Ospina se ciñe al estilo del documental, constantemente lo parodia (como Godard con los estilos que usa). El uso de citas también me recuerda la forma en que Godard utiliza intertítulos con frases, expresiones o signos. Por otra parte es muy notorio el humor en ambos, porque aunque Un tigre de papel sea una película en cierto sentido "crepuscular", es un filme lleno de ironía y vitalidad. Así recuerdo como re-utiliza un comercial propagandístico de la Cuba socialista (bastante gracioso), así también ese teórico comunista que nos recuerda tanto a Einsenstein, así el gazapo del (dudoso) director de cine que confunde a Allende con Pinochet, ...

Coda

Un tigre de papel entonces bien puede ser un canto de cisne para una generación que lo ha perdido casi todo (menos la memoria). Es tal vez el recuento de las alegrías e infortunios de una época, el recuento de unos sucesos que con el transcurso del tiempo parecen ir perdiendo cada vez más el sentido. Suponemos que si Pedro Manrique Figueroa existiera aún perviviría algún sentido sobre aquellos actos. Pero hasta él desapareció ya, y todo relato sobre él parece un chiste trasnochado. Entonces este documental parece recuperar una época en que aún se creía en ideales, y como aquellos que vivieron esos tiempos se fueron volviendo descreídos, al punto en que ya ni siquiera podían creer en tigres de papeles, aunque fueran inventados, aunque rememoraran sus recuerdos.

Y aún volviendo al principio para cerrar este círculo quizá sea bueno anotar lo que dice Wikipedia de los tigre de papel:

Paper Tiger is a literal English translation of the Chinese phrase zhi laohu* meaning something which seems as threatening as a tiger, but is really harmless.

Tal vez (en esta reseña tan llena de dudas e hipótesis) esta definición sea un modo de alivio, tal vez de horror.


*Según Wikipedia es incorrecta esta transcripción.







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