domingo, 19 de octubre de 2008

Comentarios livianos y otras liviandades (1)

El día de ayer el escritor colombiano Juan Carlos Botero publicó en El Espectador un artículo:

http://www.elespectador.com/opinion/columnistasdelimpreso/juan-carlos-botero/columna84607-hoy-literatura-pesa-poco

La columna se titula: ¿Hoy la literatura pesa poco?. Pretende ser un alegato encendido contra una declaraciones del escritor valenciano Rafael Chirbes. Curioso, como diría el mismo Botero. Lastimosamente la polémica, si se puede escribir que la hay, parece solamente ser polémica en la mente de Botero. A cierta distancia uno puede afirmar que tanto las afirmaciones de Chirbes y las de Botero no son necesariamente contradictorias, ni siquiera opuestas: que dentro de la sociedad contemporánea la función de la literatura se reduzca a la de un somnífero no significa que no haya escritores que pretendan "iluminar" (como dice Botero) la tan mentada y manoseada "condición humana".
Ahora bien, los ejemplos que Botero incluye para defender lo que cree su posición no son quizás los más afortunados. Cita el escándalo que produjo El código Da Vinci, tal vez olvidando que ese no es el mejor ejemplo de cómo se "ilumina la condición humana". Asimismo cita otros escándalos que no tienen mucho que ver con lo literario, como el producido por las revelaciones de Günter Grass. Sinceramente parece que Botero confunde la política, la filosofía y casi todo lo demás con la literatura. Si un escritor defiende una posición política no está haciendo propiamente literatura, está haciendo política (o interviniendo en política mejor, para puntualizar).
Eventualmente se puede intentar revisar, desde el limitado punto de vista que nos permite este mundo, la posición de la literatura en la "Historia" o todos sus sucédaneos, y de un análisis riguroso tal vez las conclusiones provocarían otro encendido comentario del Sr. Botero.
Y sin embargo quizá eso no sea la cuestión a resaltar sobre el asunto, sino la confusión que pueden y provocarán las palabras. Para algunos, como Kundera, la levedad es insoportable (si nos atenemos a lo que dice el título de su libro); para otros es uno de los rasgos que debe poseer la literatura del futuro (Calvino). Me inclino a pensar como Calvino, aunque sé por seguro que Kundera y Calvino escriben sobre levedades diferentes. Así me parece que pasa con Chirbes y con Botero; y mientras uno cree defender valientemente una posición, tal vez Chirbes no esté en modo alguno socavando los "principios" de Botero. La liviandad de uno no se puede comparar con la del otro. Y eso debía saberlo Botero, que quizá irreflexivamente denosta de quién supone comprender. Habría, a su vez, que afirmar que la literatura no resulta "trascendental" al ser el centro del espéctaculo, y menos cuando este espéctaculo es el mediático.
Finalmente, supuse interesante referirme al tema porque creo ver en él la raíz de muchas de las polémicas que se suelen gestar en el llamado mundo cultural. Ésta, en partircular, es una perfecta polémica, vacía y sin propósito, en la que uno sobre-interpreta a otro y termina defendiendo lo que nadie estaba atacando.
Por lo demás la literatura puede seguir siendo significativa sin afirmar pesadamente sus "verdades". Al fin y al cabo, y este es mi parecer, no todas las "iluminaciones" de la literatura tienen que producir insomnio.

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