jueves, 16 de agosto de 2007

Presley Réquiem





Hace 30 años murió un rey. Uno de tantos. Uno que dicen que transformó un mundo, pero sólo retocó algunos detalles (como le suele suceder a todos los reyes, presidentes, dictadores, etc.) Hace 30 años murió un rey sin muchas facultades, aunque algunos creen que vive en una isla perdida, cada día más gordo, cada día más viejo. Hace 30 años murió un rey y perdimos su bella voz.


Lo mejor de Elvis, sus canciones, no eran del todo suyas. Él, como tantos otros cantantes populares, usufructó el talento de otros músicos, ellos sí geniales, pero sin la voz y la suerte de nacer blanco en un país donde se condenaba no serlo. Esos músicos no fueron idolatrados por una corte de corifeos, a ellos no se les ponen velas por sus magníficas composiciones, ni suelen ser modelos de peinados, ni mucho menos sus nombres son homenajeados alrededor del globo como para dar a luz a miles de Elvis De Jesús Prada y compañía.

Y sin embargo Elvis sólo fue, en gran medida, una víctima.

A mediados de la década del 50, un varón blanco con hermosa voz que se esfuerza por cantar un género negro, era una oportunidad invaluable. Y a eso se dedicaron todos sus explotadores, los productores, los manejadores, etc.. Los que creyeron en mala hora que Elvis sabía actuar y llevaron al mundo una larga serie de bodrios cinematográficos.
Mientras tanto Elvis deliraba comprando Graceland, creyendo que era una especie de paraíso que poco a poco fue (y eso siempre es inevitable) su infierno. Allí veía la larga hilera de televisores para no perder detalles, allí comía siempre el mismo almuerzo como el maniático que se vio abocado a ser.
Y obviamente Elvis se fue volviendo loco, tal vez algún poetastro piense en algún tipo de justicia poética. Pero siendo sinceros, nunca la hay; Elvis no estaba siendo castigado por todas sus faltas, como nunca esos grandes criminales, que a veces manejan países enteros, son precisamente castigados cuando tienen mala fortuna. Los crímenes se pierden como se pierde todo, y eso enfermeba a Elvis; que ni toda su fama pudiese redimirlo de su humanidad.
Al final vinieron los años en que este famoso cantante no era más que su esperpento. Alguien que trataba de hacerse la vida posible cuando ya había pasado su temporada. Cada presentación que pasaba en Las Vegas Elvis se parecía más a sus imitadores, porque la fama de este siglo (y la de todos los demás) es indeciblemente mediocre.
No quiero que entiendan esto como una especie de desagravio. Nadie merece ese tipo de compasión, mucho menos Elvis que debió vislumbrar en la trampa en que cayó. Lo que si produce nostalgia es que ahora ya ni siquiera tengamos a ingenuos ladrones como él, que ahora ni siquieran saben un ápice de música para disfrutar a manos llenas del dinero de esta multitud sin norte que hace tanto tiempo perdió la oveja que los conduzca al abismo.
Elvis, a pesar de todo te respeto, si en una isla extraña nos lees, no nos olvides, porque para la humanidad ramplona que tenemos hoy, fuiste lo más parecido a un Dios.
(Las inexactitudes proviene de que ninguno de nosotros es experto en Elvis, para eso hay muchos otros lugares en internet. En realidad nos dedicamos a hablar de las canciones que más nos gustaban. La favorita de Marlowe es "Suspicious Minds", que aunque se haga el tipo duro, tiene una debilidad por las canciones más melosas que uno se pueda imaginar. La que más me gusta a mí es "Heartbreak Hotel".
Finalmente Marlowe me ha obligado a notar que el tono del texto es impostado. Realmente ni adoramos ni extrañamos a Elvis, sólo a unas de sus canciones que, de cualquier forma, tenemos guardadas. Creo que con eso es suficiente, pero Marlowe sigue maldiciendo mientras derrama el whisky sobre la mesa. Estos días tendrá que llevar a Daisy a Graceland, un sitio al que Marlowe, por supuesto, detesta.)


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una de debilidad...... "Love me tender"

MrMarlowe dijo...

Claro que tenemos algunas más debilidades con Elvis como: "You were always on my mind" o la manoseada "I Can't Help Falling In Love With You". Sin olvidar a "Love me", una gran canción, le recomiendo cuando aparece en "Wild at Heart" (Corazón Salvaje, se tradujo) de David Lynch. La Escena es muy extraña, como toda la película en realidad, y creo que es donde mejor una canción de Elvis ha cuadrado...