domingo, 2 de noviembre de 2008

¿Un nuevo propósito?


Con el paso de las últimas semanas me he venido sintiendo identificado con Edipa Maas, he comenzado a creer que estoy descubriendo una increíble conspiración pynchoniana. Cada señal parece un mensaje, una señal que se suma a un laberinto de símbolos que me excede, un laberinto que es el mundo (evidentemente) Por el momento he preferido dejarlo pasar. A veces me irrita volver a pensar en ello, y creer que falta poco para ver en todo ello la articulada revelación de un plan, del gran secreto del mundo (como si el mundo pudiese guardar secretos semejantes). Pero generalmente no hago nada, sólo sumo coincidencias e incluso llego a anotar de vez en cuando lo que me resulta una nueva curiosidad. Así como van las cosas he decidido, que si he de mantener esta oficina, no es para más. Sé que es inevitable que la selva de símbolos me va ir tragando poco a poco, sé que seguiré esperando una respuesta que, lamentablemente (y de esto estoy casi completamente seguro), siempre se encuentra después del final.

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